Cristina Rivera Garza gana el Pulitzer por El Invencible Verano de Liliana

Nombrar al feminicida: un Pulitzer contra la impunidad

Contaba Cristina Rivera Garza la última vez que hablamos, en noviembre del año pasado, que conseguir introducir el término femicider (feminicida) en el habla inglesa se había convertido en un pequeño activismo personal derivado de la traducción de El invencible verano de Liliana, el libro sobre el asesinato de su hermana a manos de su expareja, que este mes se ha hecho con el Pulitzer en la categoría de memoria o autobiografía.

En el momento de enfrentarse a la traducción, se inclinó por el sustantivo killer (asesino), pero fue un cierre en falso. La ausencia de una palabra tan precisa como la española para nombrar una violencia que es también muy específica dejaba a Estados Unidos y el resto del mundo anglosajón desprovisto de un instrumento fundamental para enfrentarse a un fenómeno que es tan real dentro de sus fronteras como fuera de ellas.

“Tal vez los números no son iguales [que en Latinoamérica], pero constituye también una epidemia silenciosa”, decía la escritora sobre el país norteamericano: “Y no hay una conversación tan viva, tan políticamente relevante como la que hay en el mundo de habla hispana”. Poco a poco, la autora fue sustituyendo el término killer por femicider en sus artículos de prensa y discursos en inglés.

La cuestión del lenguaje no solo es central en la conversación posterior, sino también en los propios hechos que relata la novela. Liliana no contaba con un lenguaje para nombrar y, por tanto, ver y explicarse a sí misma lo que le estaba sucediendo. Tampoco México —donde son asesinadas 10 mujeres al día— contaba en los años 90 con un lenguaje que le permitiera prever y enfrentar la violencia machista que amedrenta a más de la mitad de la población, “mujeres siempre a punto de morir”, señala Rivera Garza en su libro. “Llamar a las cosas por su nombre requiere, a menudo, de inventar nuevos nombres. Hostigamiento laboral. Discriminación. Violencia sexual. El violador eres tú. Para hablar así, para correr el velo que oculta la violencia, ha sido necesario bregar a contracorriente y participar en la producción de un lenguaje preciso, alerta a las diferencias mortíferas de género”, desarrolla en el texto.

Tuvieron que pasar casi 30 años para que Cristina Rivera Garza pudiera reabrir una historia de la que el Estado no se había, ni se ha hecho todavía, cargo. Una de las miles que siguen esperando en el fondo del cajón de alguna procuraduría a que alguien las saque, les quite el polvo y les haga justicia, aunque una justicia tardía deje de ser tal cosa. Rivera Garza entendió que la lucha por esa justicia empieza por nombrar a las cosas por su nombre, por llevar las palabras al centro de la violencia. Gracias a este merecido premio, Liliana viajará más lejos aún y el mundo anglosajón estará más cerca de tener un lenguaje propio que les permita decir: basta de feminicidios, basta de impunidad para los feminicidas.

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2 comentarios en «Nombrar al feminicida: un Pulitzer contra la impunidad»

  1. Me parece estupendo y felicito a estas mujeres del ámbito cultural en diferentes disciplinas y temáticas, que mediante su inteligencia, esfuerzo incansable y lucha feminista de años se coloquen ellas y los temas de género en el centro del debate y de los premios.

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