¿Piensas tener hijos? La maternidad y las mujeres millennials

Al llegar a cierta edad las preguntas inevitables aparecen, una muy recurrente para quienes tenemos entre 20 y 40 años tiene que ver con nuestra capacidad de reproducción biológica ¿a caso estamos obligadas a ejercerla? 

Mientras nos abrimos paso en la escala corporativa, los espacios de expresión cultural, el deporte de alto rendimiento, la política o el activismo social por mencionar algunos ámbitos, la maternidad se vuelve solo una entre las múltiples posibilidades en los planes de vida de las mujeres.

Aunque si bien existen muchas mujeres que aún conciben la maternidad como una obligación inherente a su posición al interior de su organización social, lo cual respeto, mi reflexión se enfoca en un segmento particular de la población femenina.

Las mujeres millennials nacidas entre los años 1980 y 1995, en orbes cosmopolitas, con oportunidades de desarrollo académico y profesional, acceso a la salud y educación, que vivimos el cambio del milenio, vimos incorporarse los medios tecnológicos como el Internet y el correo electrónico como parte de la vida cotidiana y adoptamos por primera vez el uso de las redes sociales digitales como una innovación, somos quienes hemos gozado de innumerables privilegios que mujeres de generaciones anteriores lograron para nosotras.

Los derechos políticos, el uso de la pastilla anticonceptiva, el acceso a un aborto seguro hasta cierta etapa de gestación, que si bien es una lucha que no se ha ganado del todo, para cuando nuestra generación llegó a la edad reproductiva la interrupción del embarazo ya era legal en algunas ciudades de México y el mundo.

Ser madre es un rol que ha evolucionado con el paso del tiempo. Mientras tener seis hijos en la década de los 50 y 60 era muy común, con el paso del tiempo el número de hijos por familia se fue reduciendo. Para los años 70, la fórmula: píldora anticonceptiva + inmersión de las mujeres en la vida económica, ya comenzaba a cobrar factura sobre el descenso de la tasa de natalidad, donde las familias tenían entre cuatro y cinco hijos.

Ya con la Generación X, nacida en la década de los 70, la idea de una familia pequeña adquirió relevancia ante el acceso a la televisión por cable, donde la imagen de las mujeres incorporadas al mercado laboral, académico y artístico comenzó a normalizarse en el imaginario de las audiencias.

Después, con nosotras las millenials, la maternidad como objetivo primordial de nuestra vida quedó aún más abajo en la escala de prioridades, pues un conjunto de factores tales como: el complicado acceso a una jubilación, la dificultad para obtener un crédito hipotecario, las crisis económicas globales, así como el avance mundial de la Izquierda liberal, sumado a la inestabilidad económica y una creciente competencia en los diferentes segmentos de la clase trabajadora, donde “la mano de obra más barata” gana, dieron como resultado un promedio de 1.9 hijos, es decir, afortunados los que pueden, sí pueden, tener dos.

Pero nosotras las millennials ya estamos en el punto en el que, como decían nuestras abuelas: “ya casi se nos va el tren”. Algunas ya pasando los 40 años, otras acercándonos cada vez más y otras tantas a la vuelta de la esquina de esa edad en la que los médicos nos dicen: “a partir de aquí procrear ya es más peligroso”, en su mayoría tenemos el planteamiento serio de una decisión que impactará nuestras vidas significativamente.

Aunque existen alternativas como la adopción, el vientre subrogado y la reproducción asistida, resulta mucho más difícil la decisión si aceptamos que el método natural poco a poco se nos escapa de las manos y un escenario donde podríamos arrepentirnos nos hace sentir una presión que nos invita a pensarlo a profundidad para evitarnos autorreproches en el futuro. 

Hoy existe un debate acerca de la reproducción asistida y su inclusión en los servicios médicos que otorgan las empresas como prestación a sus trabajadoras.

Otra opción es el congelamiento de óvulos, con un costo promedio en la Ciudad de México de 70 mil pesos, más la renta anual de 5 mil pesos por mantener los huevos en el congelador. Este procedimiento no está contemplado dentro de los planes médicos que muchas empresas ofrecen a sus empleadas como prestación, lo que abre el debate sobre si debiera ser considerado, ya que muchas mujeres postergan su maternidad por sus altas responsabilidades y destacado desempeño profesional.

Pero pensar en ceder a una nueva personita el poco privilegio que hemos obtenido a base de esfuerzo y astucia, el incosteable nivel de vida básico que implica brindar manutención a alguien más por los próximos 20 años, la independencia económica que a base de esfuerzo hemos logrado, y las libertades y privilegios que gozamos gracias a nuestras antecesoras, puede complicar la decisión, lo que contrasta con la idea de priorizar una vida profesional sin que ésta nos de al menos la tranquilidad para el futuro.

Ante esto, la Generación Z, los centennials, que nos siguen en la segmentación generacional, aquellos adultos ya, que nacieron de 1995 al 2010, nos muestran un nivel de relajación en el tema admirable. Esta generación, aún en su edad más fértil no considera la maternidad como una obligación u obviedad, y están más abiertos a las opciones como la adopción y demás métodos, para crear una familia.

Si bien el paso del tiempo, los constructos sociales, la evolución de las creencias, el conocimiento y los modos de vida han ido replanteando de manera diferente el cuándo, cómo y por qué una mujer debe ser madre, en pleno 2023, tras años de lucha feminista y reflexión, donde gozamos de muchas oportunidades que nuestras antepasadas no tuvieron, debemos recordarnos que la maternidad es una decisión, y aunque es parte de las posibilidades que nuestra construcción biológica nos permiten, nunca más debe tener una connotación de obligatoriedad.

Sobre la autora: Maresa Guillén es socióloga por la UNAM; se ha desempeñado como periodista en medios como Novedades Acapulco y El Heraldo de México; ha sido consultora política para campañas electorales y publicista para marcas internacionales. En su blog personal “Mujer Milenial” reflexiona sobre las vivencias, tabus, retos y expectativas de las mujeres de su generación.

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2 comentarios en «¿Piensas tener hijos? La maternidad y las mujeres millennials»

  1. Estoy cansada de llegar a casa de vacaciones y que el tema sea ¿para cuando los hijos? nadie me pregunta cómo me ha ido en el trabajo ni cómo me trata mi novio, es más importante el status quo que lo que en realidad sucede.

    1. Gracias por compartir, Danila. Así es. Pareciera que hay una lista de «cosas por hacer» que la sociedad ha impuesto, y cuestionar es lo que mejor les sale, pero cuando se trata de tejer una red de soporte para la crianza, no hay nadie alrededor. Siempre habrá preguntas: si no tienes novio, ¿por qué?; tienes novio, ¿para cuándo la boda?, te casas, ¿y los hijos?; tienes hijos y, ¿para cuándo el hermanito? Creo que lo mejor será siempre sentirse segura de que las decisiones de vida son personales, y hacer oídos sordos a las opiniones de los demás. ¡Saludos!

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