Las cinco narradoras guerrerenses que debes de leer antes que termine 2022

Como ya mencioné en las cinco poetas guerrerenses que tienes que leer en 2022, desde el año 2010 la literatura en Guerrero ha tenido un crecimiento sostenido. La presencia de las escritoras y los escritores guerrerenses en las listas de beneficiarios del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) se ha dado de manera ininterrumpida por más de una década. Los más recientes son la poeta Karhel García (Jóvenes creadores), los poetas en lenguas indígenas Hubert Matiúwàa y Florentino Solano, y el novelista Andrés Acosta (Sistema Nacional de Creadores de Arte). De la misma manera, algunos premios nacionales de literatura y uno internacional han sido para escritores guerrerenses.

A pesar de esta vasta producción literaria, la mayoría está escrita y contada por  hombres:  Luis Zapata y José Dimayuga, José Agustín, Julián Herbert, Antonio Salinas, Geovanni de la Rosa, Federico Vite, Andrés Acosta, Paul Medrano, Martín Tonalmeyotl, Giovanni Rodríguez, Orlando Mondragón, Jesús Bartolo Bello, Ángel Vargas, Emiliano Aréstegui, Ari J. González, Diego Montes, Ricardo  del Carmen, Luis Mendoza, Édgar Pérez, Hubert Matiúwaa, Abraham Truxillo, José Luis Zapata, Ulber Sánchez, Carlos F. Ortiz, Ángel Carlos Sánchez, Florentino Solano, David Espino, Gabriel Brito, Noé Blancas, Julio Zenón, entre otros, han poetizado y narrado a Guerrero desde la mirada masculina con las implicaciones propias de sus circunstancias.

En un conteo propio, en el estado hay más poetas que narradores, por lo que tal vez Guerrero esté más poetizado que narrado. Existen por lo menos 25 poetas entre hombres y mujeres que figuran en el mapa literario local y nacional; en contraparte, la presencia de narradores no pasa de los 15 y la mayoría son hombres.

Pero, ¿de qué escriben las mujeres narradoras de Guerrero?

En esta entrega, compartimos las cinco mujeres narradoras que debemos leer antes que concluya el 2022, un año marcado por la cada vez mayor visibilización y validación de la literatura escrita y pensada por las mujeres.

Iris García Cuevas: escritora, editora y gestora cultural

Iris García Cuevas nació el 23 de marzo de 1977 en Acapulco, Guerrero. Estudió Comunicación en la Universidad Americana de Acapulco y la Maestría en Literatura Mexicana en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Fue editora del periódico El Sur.

En 2008 obtuvo el Premio de Novela Ignacio Manuel Altamirano, el Premio Estatal de Cuento María Luisa Ocampo y fue finalista del Premio de Dramaturgia Gerardo Mancebo del Castillo. Publicó la obra teatral «Basta morir» en la antología Teatro de la Gruta VIII (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2009) y el libro de cuentos Ojos que no ven, corazón desierto (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2009).

Con su novela 36 toneladas (Ediciones B, 2011) fue finalista del Premio Silverio Cañada a la mejor novela negra publicada en castellano en 2011 dentro de la edición XXV de la Semana Negra de Gijón. Cuentos suyos han aparecido en más de veinte de antologías.

Dirigió el Festival de Narrativa Policiaca y Criminal Acapulco Noir en sus tres ediciones y actualmente coordina el Club de Lectura Acapulco Noir, es parte del consejo editorial de la revista digital Con Perspectiva y jefa de la Oficina Editorial del Instituto Veracruzano de Cultura.

Hay tres posibles reacciones ante el miedo: atacas, huyes o te quedas pasmada como idiota. En la naturaleza, dentro de una manada, siempre hay un sujeto que se pasma. Está diseñado para ser presa fácil, para ser devorado por los depredadores mientras el resto escapa. Justo ahora me siento como la cabra idiota que se queda inmóvil cuando llega el lobo con la esperanza de que no la vea. Peor tantito, soy la cabra que fue detrás del lobo y ahora espera quietecita adentro de la cueva a que el lobo regrese a devorarla.

Llevo seis horas esperando. No lo puedo saber exactamente porque me quitaron el celular antes de entrar. Siento que ha pasado mucho tiempo. Lo hacen a propósito. Intentan ponerme nerviosa. Cuando uno está nerviosa es más probable que diga pendejadas.

«Consuelo de tontos» [fragmento]

Astrid Paola Chavelas: narradora, profesora y tallerista

Astrid Paola Chavelas López nació el 28 de noviembre de 1977 en Acapulco, Guerrero. Es licenciada en Educación Media Superior con especialidad en Lengua y Literatura.

Ganadora del Premio Estatal de Cuento José Agustín (2009), del Premio Estatal de Cuento María Luisa Ocampo (2011) y del segundo lugar en el Concurso Estatal Letras Surianas (2017).  Ha publicado el libro El Tigre (Editorial Praxis, 2012). Ha sido antologada en la Colección XV años del Premio Estatal de Cuento y Poesía María Luisa Ocampo (Mantis Editores, 2015).

Fue beneficiaria del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Guerrero (2012), del Programa de Estímulo a la Creación Artística Acapulco (2014) y de Pazaporte Digital (2020).

Eco de caracolas en su interior. Llamado. Amenaza. Lamento. Dormía y seguía escuchándolo con todo el cuerpo, vibración de ronca concha que lo cierne en espasmos. Temblores. Sus músculos aún no sueltan la tensión de su mano que hace la macana.

Ensangrentada, herida, cansada, la mano seguía asestando golpes; el cuerpo, moviéndose; su corazón gritaba. Y evitar los dardos enemigos. Penetrar a golpes la mezquindad de sus corazas.

Lloraba la derrota, pero aún en el profundo pozo de su sueño, seguía peleando. El trueno de los tambores. La ronca caracola. Los cañones. Los cañones.

Había escapado. Sobre los pedazos de sus dioses.

«El tigre» [fragmento]

Marxitania Ortega Flores: narradora, terapeuta y facilitadora con perspectiva de género

Marxitania Ortega Flores nació el 5 de enero de 1978 en Acapulco, Guerrero. Licenciada en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió el Diplomado en creación literaria  en la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México.

Fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, en la categoría de Jóvenes Creadores (2013).  Publicó la novela Guerra de guerrillas (Editorial Jus, 2015). Coautora de los libros de texto de educación artística de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Colabora en Milenio, Picnic, Rojo Amate y Revista Jus Digital.

Ganadora del  Premio Internacional Bitácora de Vuelos en la categoría de cuento y del Premio Municipal de Literatura Acapulco. Fue seleccionada para la antología del quinto concurso de cuento breve organizado por la plataforma digital EscritorasMX. (2022).

Actualmente es parte del consejo editorial de la revista digital Con perspectiva y facilitadora con perspectiva de género.

Clemencia pidió el elevador sólo porque no aguantaba el dolor de la rodilla. El ácido úrico no daba tregua. Llevaba varias noches sintiendo ardores en la piel y un dolor insoportable en las articulaciones. No tenía opción, se tendría que subir, serían unos segundos, unos cuantos. Sacó de su bolsa un calmante por si la taquicardia y la ansiedad aparecían. Sería rápido, se dijo, un minuto cuando mucho.

El elevador abrió sus puertas, pero Clemencia no se atrevió a dar el paso. El cubo de dos metros se le hizo más pequeño que nunca. Lo odiaba, pero no tenía opción. Entraría, apretaría inmediatamente el botón del piso doce y el aparato subiría. Sólo tenía que ser paciente: en un poco más de un minuto estaría en casa.

«Cubo de dos metros» [fragmento]

Alma Salamandra Ramos: narradora, poeta y mediadora de lectura

Alma Ramos nació el 6 de agosto de 1984 en Taxco de Alarcón, Guerrero. Es licenciada en Medios Masivos de Comunicación por la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Autora del libro de cuentos Lux: de venenos, pócimas y otras apariciones (Praxis/IGC, 2012).

Ha obtenido los premios Literatura Histórica Aguascalientes (2004), Juegos Florales Aguascalientes (2005), Cuento y Poesía Cuaxcomate, Puebla (2008), el Estatal de Cuento Elena Garro (2011), Literatura Joven de Guerrero (2012) y el María Luisa Ocampo (2012).

Ha impartido talleres de poesía infantil y fomento a la lectura en instituciones como la BUAP y el TEC Milenio Puebla y colaborado en diversas revistas.

Es lunes. Son las cinco de la tarde y está negro el cielo como cualquier noche o tumba cerrada. Salí de Montparnasse, dejé lilas secas sobre la lápida donde Baudelaire, su cuerpo mortal, yace. Se han tendido como estrellas furiosas las luces a lo largo de avenidas y calles. Lo nuevo no es esta ciudad sino la repetición maniaca de sus fantasmas que no desean irse. Hay un café lleno de periodistas, al que llego por accidente, buscando un poco de calor, en el callejón Ronsin. Desde algún sitio distante fluyen las notas de un cello hasta el caracol de mi oído. Creo que ni parisinos ni turistas comunes se detienen mucho en este lugar. Está más bien vacío, huele a mierda y orina. Afuera L’ample Ronsin está plagada de memorias impronunciables: historias oscuras y faltas de desenlace, asesinos como el lacayo Couillard, el mozo de cuadra Wolf o la sanguinaria homicida del presidente Meg Steinheil. Pero esto fue hace tanto tiempo.

«Lux» [fragmento]

Analí Lagunas Diaz: narradora y gestora cultural

Analí Lagunas Díaz nació el 8 de noviembre de 1989, en Taxco de Alarcón, Guerrero. Es Licenciada en Gestión Cultural por la Universidad de Guadalajara; realizó estudios de literatura italiana en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; diplomada en Arte Contemporáneo y Procuración de Fondos para proyectos Culturales por CONACULTA.

Fue becaria del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico del Estado de Guerrero (PECDAG). Obtuvo el VI premio Estatal de Cuento Joven (2017). En 2019 ganó el primer lugar del XXXVII Concurso Literario de Juegos Florales Nacionales de la Plata en Taxco. En 2020 obtuvo el Premio Estatal de Cuento María Luisa Ocampo, por el libro De indómita naturaleza. Fue seleccionada en el programa de Jóvenes Creadores 2020-2021.

Publicó el libro ce cuentos De indómita naturaleza (Reverberante Ediciones, 2022). Ha participado en la organización de Acapulco Barco de Libros, Encuentro de Jóvenes Escritores.

De las muchas cosas que se encontraban mal en la casa, él se había encargado de solucionar solo una. Antes que arreglar el cable de la lámpara en el cuarto de los niños, antes que hacer un par de agujeros en la pared para colgar los cuadros, el muy infeliz había deicidio solucionar el asunto del perro. Por eso me sorprendí tanto cuando aquella noche me dijo lo que había hecho con el desgraciado animal.

¿Por qué hiciste eso? –le pregunté con las tripas hechas un nudo en la boca del estómago y la mandíbula apretada, como si eso pudiera ayudarme a contener la rabia que crecía con fuerza dentro de mí.

Me dijiste que ya no le querías –contestó entre sollozos.

«Sam» [fragmento]

Los mudos interiores de las narradoras de Guerrero

Iris, Paola, Marxitania, Alma y Analí nos muestran el rostro cotidiano de la violencia, del feminicidio, la misoginia. Cuerpos barricadas, cuerpos violentados, cuerpos diques turbulentos; mujeres prototipos que se enfrentan con sus propios miedos. Mujeres que tratan de controlar sus destinos, de apaciguar su rabia, de sobrevivir en un mundo de cosas en las que siempre llevan las de perder y más aún en el territorio de Guerrero, marcado altamente por la cultura del cacique, del macho, del patriarcado, que al final son los lados del mismo triángulo y no precisamente de un triángulo de sol que, en apariencia pudiera ser el paraíso.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error

Enjoy this blog? Please spread the word :)

RSS
Follow by Email
WhatsApp