Venta de niñas en La Montaña de Guerrero

Mujeres de La Montaña de Guerrero, se revelan contra la venta de niñas

En Metlatonoc, algunas de las mujeres de la comunidad están protagonizando un cambio, lento pero constante, gracias al apoyo de sus familiares.

Norma* es parte de la primera generación de mujeres en su familia que no fue vendida. “Cuando yo me junté con mi mi marido, mi padre dijo que no me vendería porque cuando lo haces, te pueden maltratar o hacer daño. Hizo muy bien”, explica con una sonrisa.

Asegura que el no haber pagado facilitaría que, si llegara a ser necesario, pudiera abandonar la casa conyugal para regresar con su familia sin mayor problema. “Pero una vez que pagan por ti, como que no puedes escapar de tu marido y te obligan a quedarte”, dice.

Las supuestas ventajas e inconvenientes de esta práctica son ciertamente contradictorias porque, a la vez, Norma cuenta que “los hombres que pagan se supone que tienen que respetar a sus esposas; pero cuando no se paga, dicen que eso les da derecho a irse con otras o no hacer caso a su mujer”.

Dado lo arraigado de esta práctica, erradicarla en la comunidad no será fácil. De hecho, tan solo hablar de ello es complicado y Norma pide no ser fotografiada. “Los que sí cobran por las niñas podrían tomar represalias”, responde su madre, presente en la entrevista.

Soyla, una risueña joven de 21 años que acaba de anunciar que se casará con un joven que conoció en la comunidad, cuenta igual de satisfecha que sus padres no cobrarán por ella.

“Estoy feliz y orgullosa porque pensaron en mí, en que yo pueda lograr lo que quiera con mi pareja. Porque algunos matrimonios que se cobran tienen problemas, no sabes cómo puede acabar, el hombre empieza a regañar con ella… y luego se divorcian”, dice.

Sabe que casarse a su edad es toda una rareza en el pueblo, pero reitera que fue su decisión esperar. Al igual que cuando terminó la secundaria con 15 años y decidió no seguir estudiando, pese a que sus padres siempre le dijeron que la apoyarían.

En su futuro, se ve dedicándose al hogar y tejiendo artesanías mientras su marido trabaja en el campo. Sabe que quiere tener hijos, y a ellos les dará la misma oportunidad que sus padres le dieron a ella de elegir cuándo y con quién casarse.

Su madre Cecilia, que acaba de cocinar caldo de gallina y unas enormes tortillas, explica su decisión. “Muchos venden a sus hijas, pero las consecuencias son para ellas. Algunos les dicen: ‘Levántate temprano, haz de comer, lava mi ropa, que para eso te compré’… Eso mismo me reforzó para no vender a Soyla”.

Jaime, el padre de la joven, recuerda que ella le pidió dejarla crecer y no tener la responsabilidad de ocuparse del hogar conyugal tan pequeña. “Y yo lo hice, también porque podía seguir manteniéndola. Muchos no pueden y es cuando las mandan a buscar marido”, cuenta.

“A mí me parece mal esto de la venta porque cuando mis otros dos hijos varones se casen, me la pueden aplicar y pedir dinero por sus novias. Pero al menos no me echarán en cara que yo vendí a mi hija a tanto, que por qué no quiero ahora pagar o si estoy regateando”, subraya.

Algunas de las consecuencias de estas ventas y matrimonios de menores de edad — México es el octavo país con mayor índice de matrimonio infantil en el mundo, según la ONU— son el abandono de la escuela por parte de muchas jóvenes y las altas tasas de embarazos adolescentes.

“La educación sexual aquí es tabú total. Hay quienes entienden el embarazo en adolescentes, y cuando sus hijos se casan, los traen para que planifiquen. Pero son una minoría. Vemos muchos de estos embarazos en niñas de entre 14 y 16 años”, cuenta Celia Ortiz, enfermera del pequeño centro de salud de la comunidad que no cuenta con un médico.

“Son ellas las que generalmente planifican. Y hasta ahí interviene mucho el suegro, porque como son compradas, la familia de él es la que manda”, añade antes de continuar recorriendo los caminos de la comunidad bajo un sol abrasador para vacunar de rabia a los perros en algunas viviendas. “Es que si no, la gente no viene al centro médico”.

Comparativa de resultados del Censo de Población y Vivienda 2020 y 2021 (INEGI)

Aunque en comunidades como esta se sabe que la venta de niñas es algo muy habitual, resulta imposible cuantificar el número de casos que se dan en México.

Un dato a tener en cuenta sería el del Censo de Población de 2020, que concluyó que el 4% de adolescentes de 12 a 17 años en México está o estuvo en algún tipo de unión conyugal, principalmente en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Yucatán.

Sin embargo, dado que el Código Civil del país prohíbe desde 2019 los matrimonios entre menores de 18 años y los castiga desde el año pasado con penas de entre 8 y 15 años de cárcel, organizaciones consideran que las uniones informales de adolescentes aumentaron desde entonces, lo que contribuye al subregistro y a que la realidad no se refleje en cifras.

Sentado en la puerta de la comisaría municipal para sobrellevar el sofocante calor, el comisario (líder comunitario) de Itia Zuti, Félix Hernández, mira hacia la cancha de deportes que luce completamente vacía justo delante de la iglesia del pueblo.

Es un hombre de 65 años, aunque luce mayor. Tiene problemas de audición, no sabe leer ni escribir, y dice que el no hablar español le dificulta negociar mejoras para el pueblo como instalar drenaje, mejorar los caminos o construir un mercado y un centro de salud bien equipado.

Cuando lo visitamos, la localidad lleva tres días sin suministro eléctrico. Reconoce que accedió al cargo —por el que no cobra un peso— porque los pocos vecinos que cuentan con estudios acaban abandonando la comunidad.

Opina que la venta de niñas es un tema «complicado» sobre el que la gente está dividida. «Para mí está mal, pero cuando cuestionas a las familias de las jóvenes te dicen que ellas las mantuvieron y que solo ellas tienen la capacidad de decidir por sus hijas”.

Admite también que si una joven llegara a plantearle un problema en el marco de un matrimonio forzado, su papel junto al resto de autoridades locales sería el de ofrecerle consejo y, solo en el caso de que no haya solución al conflicto de pareja, abogar para que la chica volviera a su casa y sus padres devolvieran el dinero de la venta.

De hecho, aunque en su comunidad se firmó un acta de acuerdo para prohibir la venta de niñas justo un mes antes de que él asumiera su cargo, el comisario reconoce que no sabía de la existencia de dicho documento.

“Las leyes están ahí, pero es importante aterrizarlas y armonizarlas con las realidades de nuestras comunidades. Sin tener en cuenta el contexto a la hora de aplicar las normas, llenaríamos las cárceles de personas indígenas”, reflexiona Martha Ramírez, jefa del Centro Coordinador del gubernamental Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) de Tlapa de Comonfort, en Guerrero.

Además, subraya en entrevista con BBC Mundo, es importante no solo responsabilizar de esta práctica a las comunidades.

“El Estado tiene que garantizar los derechos fundamentales de las mujeres para tener una vida libre y sin violencia. No puedes hablar de erradicar el matrimonio forzado en un lugar donde las niñas no tienen ni acta de nacimiento, ni educación…”, afirma.

Mientras las cosas van cambiando muy poco a poco, Claudia, la mujer que acabó vendiendo a su hija con la esperanza de que mejoraría la relación con su marido, reconoce que nada ha cambiado y que no descarta traerla de vuelta a casa si ve que el maltrato de la joven, ahora embarazada de dos meses, va en aumento.

“Lo que tengo es una tristeza muy grande porque ella vive lejos de nuestra comunidad. Y me preocupa que su hermana cumple 15 años y también se podría marchar, pero ella me dice que quiere ir a Estados Unidos para trabajar y hacerme una casa. Que no se quiere casar por ahora”.

* Sus nombres fueron cambiados a petición de las entrevistadas.

Publicado en BBC News Mundo

Entradas relacionadas

Un comentario en «Mujeres de La Montaña de Guerrero, se revelan contra la venta de niñas»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error

Enjoy this blog? Please spread the word :)

RSS
Follow by Email
WhatsApp